martes, 14 de abril de 2015

III - Recursos (2ª parte de 3): Recursos físicos y violencia.

Ahora introducimos el triángulo clásico estudiado por los teóricos del poder como Sistema, que, de una forma u otra, siempre gira en torno a tres ejes: 1) control de los bienes y medios de producción, 2) control o monopolio de la violencia, y 3) hegemonía cultural, control del flujo y la naturaleza de la información.

 En esta entrada sólo vamos a hablar de los dos primeros ejes.


RECURSOS FÍSICOS: MATERIA Y ENERGÍA

Cuando hablamos de recursos físicos nos referimos a todo lo que ocupa un lugar en el espacio: la materia, la energía, el capital humano y el producto del trabajo. La estructura de nuestra sociedad depende de cómo producimos lo que tenemos y a quién pertenecen los medios de producción.

A la hora de seguir el primer principio rector, el de conveniencia,  hay dos conceptos útiles a la hora de enfocar la adquisición de objetivos: la Tasa de Retorno Energético y la Rentabilidad. Ambas son análogas a cualquier ecuación de rendimiento, y relacionan lo que se invierte (en energía o en dinero) con respecto a lo que se consigue en sus mismos términos.

El ser humano ha competido con sus semejantes por recursos útiles, como agua, terrenos fértiles, cotos de pesca, mano de obra esclava, y, a través del desarrollo técnico correspondiente, recursos como la madera, los minerales metálicos, y los hidrocarburos fósiles como el carbón, la hulla, el petróleo o el gas natural. Estas fuentes de energía (y todas las que el hombre ha empleado, exceptuando la nuclear, la geotérmica y la maremotriz) son derivadas de la energía radiante del sol. El sol ilumina la Tierra, las plantas realizan la fotosíntesis (energía lumínica es transformada en energía química), cuando estas plantas mueren las bacterias degradan sus cuerpos en ciertas condiciones, y finalmente tenemos los hidrocarburos.

La razón real detrás de la mayoría de guerras han sido los recursos en disputa, aunque en las sociedades llamadas "democráticas" estas causas han tenido que ser maquilladas para obtener el necesario apoyo popular cuando se trata de atacar en vez de defenderse como nación, empleando términos ambiguos como "justicia", "patriota", "lucha contra el infiel" o "lucha contra el terror" (esta última una contradictio in termini, pero ya hablaremos del terrorismo más adelante).

El valor de estos recursos va en función de su utilidad y de su escasez. Así, si un recurso útil (como por ejemplo el agua) es además escaso con respecto a lo que necesitamos, se convierte en un factor limitante  o recurso crítico. Actualmente los recursos críticos serían los hidrocarburos, los fosfatos y el agua potable, pero en el pasado han sido otros, como tierras fértiles o minas de hierro. Aún no sabemos qué será un recurso crítico en el futuro.

Sin embargo, también hay gran cantidad de recursos cuya alta estima no se debe a su utilidad, sino sólo a su escasez, y también a que están integrados en una economía monetarista. Estos son el oro, los diamantes, y otras rarezas de origen natural o humano. El hecho de que el oro tenga un valor tan alto atribuido se debe a la economía monetarista y a los manipuladores de la moneda. ¿La moneda?

Es en Oriente donde el sistema de intercambio por trueque fue gradualmente sustituido por unidades de valor consensuado y material no biodegradable: surgió la moneda, y con ella el comercio.

Y con el comercio aparecen las rutas comerciales -en un sistema bastante útil que permitiría intercambiar bienes entre puntos dispersos en el mapa-, los impuestos locales, y los prestamistas. El imperio asirio fue de los primeros en practicar el endeudamiento de individuos: si el endeudado no podía pagar su deuda, trabajaba como esclavo para el deudor hasta que los jueces consideraban su deuda saldada.

Hoy en día esta estrategia tan antigua no es solamente empleada sobre individuos, sino sobre naciones enteras, y no sólo se busca el trabajo esclavo, sino también los recursos naturales de esas naciones. Aquellos que sepan dónde mirar lo verán claro: los bancos privados (centrales o no) sacan su poder del endeudamiento de individuos y naciones. Hay guerras económicas y sicarios económicos. Estas guerras son celebradas en despachos y en ellas las balas son algo prescindible.


Ese es el teatro de juegos en el que nos movemos actualmente: estados soberanos al servicio de corporaciones privadas internacionales. Esto es así en los 5 continentes, y en la mayor parte de los países del mundo.

Lo que a nosotros nos interesa es aprender de los que han venido antes que nosotros y no cometer los errores que ellos cometieron. Intentemos endeudar en vez de endeudarnos. Intentemos obtener recursos críticos mientras deprivamos a los no colaboradores de estos-bloqueo económico-.

Mantengamos nuestra autogestión material, pero controlemos a los no colaboradores y a la disidencia organizada financiando su cúpula y, así, quitémosle su autogestión.

Quien paga, manda: ningún sindicalista va a morder la mano de quien le paga el sindicato-como los sindicatos verticales italianos de Mussolini, que Franco decidió importar a España durante su dictadura para neutralizar toda resistencia de los trabajadores. Una pequeña inversión sirve a la larga  para librarte de la oposición: combates al enemigo desde dentro. El sindicato, encamado con la patronal, hace de guardián de los sindicalistas.

Aprendamos a optimizar el aprovechamiento de nuestros recursos mientras se los hacemos perder a nuestros competidores. Invertamos en nuevas tecnologías que contribuyan a dicha optimización mientras impedimos o ralentizamos el progreso técnico ajeno. Aprendamos a usar una generosidad selectiva para el gran público para no parecer acaparadores, mientras acusamos a nuestros oponentes de injusticia social.

Aprendamos, en definitiva, a tener lo que necesitamos donde y cuando lo necesitamos.


VIOLENCIA

ADVERTENCIA: Antes de nada, estaría bien recordar a los lectores que EXPLICAR NO ES JUSTIFICAR. Vamos a hablar de la violencia, del terrorismo, y de temas sensibles. Aquí no nos adscribimos a ninguna ideología al 100%, así que no espere encontrar implicaciones políticas en lo que decimos: no pretendemos hacer apología del terrorismo de la misma forma que no compartimos el uso que se le da a la etiqueta "terrorista". Es triste que haya que explicar esto.

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La violencia es condenada por todos de cara al público. Y casi siempre se equipara la violencia o con "terrorismo" o como un "mal necesario". Pero la violencia es más compleja que todo esto, y nos acompaña desde nuestros orígenes animales. Forma parte de lo que somos, y correctamente encauzada ha sido útil para proteger territorios, acabar con otros animales y mantener a raya la disidencia. Ha sido y es una herramienta útil.

Max Weber
 Por eso es tan importante mantener un monopolio de la violencia: según Max Weber, sólo el Estado debe tener el monopolio de la violencia, siempre que cuente con la legitimidad para ello. Otra cosa es cómo se consigue esa legitimidad: en regímenes llamados "democráticos" esta legitimidad no siempre es obtenida por las urnas, y no siempre diciendo la verdad. Huelga decir que los estados no "democráticos" suelen carecer de esa legitimidad. Cójase la palabra "democrático" con pinzas.

Y, dado que la violencia no ha dejado de acompañarnos, tampoco ha dejado de sofisticarse como nosotros lo hemos hecho. La violencia que antes estaba dirigida hacia dentro del grupo ahora se proyecta hacia fuera. Cuando antes la violencia se hacía sólo con armas, ahora también se hace con palabras e ideas que justifiquen el statu quo. Cuando antes la víctima y el culpable eran al menos dos personas diferentes, ahora se culpabiliza a la víctima de la situación en la que vive, sin observar el sistema en el que esta se ha criado y desarrollado.

Condenar "todo tipo de violencia" es una frase vacía. La violencia física es solamente lo más llamativo, y es, junto con la violencia cultural, sostén facilitador de la violencia económica, desde el punto de vista del poder como Sistema. Teóricos como Johan Galtung ya han desarrollado el tema: el triángulo de la violencia.



Hoy, hablar de violencia prácticamente equivale a hablar de terrorismo, pero, ¿qué es el terrorismo? Según la R.A.E:

terrorismo.

1. m. Dominación por el terror.

2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.

3. m. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.


Básicamente, el terrorismo se basa en violencia física y en amenazas de violencia física, así como del miedo que ambas provocan. El terrorismo es la forma de manipulación emocional más sencilla. Se basa en el empleo del miedo: colabora conmigo o te puede pasar algo realmente malo. Hay otras formas de manipulación emocional, pero ya hablaremos de ellas en un futuro.

Esto dota al terrorismo de una nueva dimensión: terrorista es cualquiera que emplea la violencia o la amenaza de violencia para conseguir sus objetivos políticos, ya sean estos unas riquezas materiales, unos espacios, o colaboración. Así, es muy fácil llamar a cualquiera terrorista: un soldado invasor, técnicamente, es un terrorista. Una cuadrilla de desahucio, también. Los impuestos no son más que recaudar dinero bajo amenazas. Y decirle a los crédulos que conductas que a nosotros nos parecen inadecuadas les llevarán a una eternidad de sufrimiento en el Inframundo, según la propia R.A.E., podría ser considerado terrorismo, ya que esas cosas suelen generar miedo.

Lucifer castigando a pecadores

Pero ¿por qué está basado el terrorismo en amenazas, en vez de violencia pura? Porque la mayor parte de las veces el objetivo del terrorismo es buscar colaboración, sea esta activa o pasiva (como ya vimos en este blog: Entrada II: La base del poder).

Volviendo de nuevo a fijarnos en el resto del mundo animal, vemos que las peleas por territorio y/o hembras reproductoras entre machos pocas veces acaban en muerte de alguno de estos dos. Esto es porque al grupo le resultaría demasiado costoso lidiar con semejantes pérdidas cada época de celo, así que los enfrentamientos se basan en enseñar cuernos, garras, corpulencia, rapidez, o fuerza. Se basan en mostrar un aspecto amenazante.

Y no es raro tampoco encontrar animales realmente inofensivos cuyo método de defensa para no acabar en el menú es parecer amenazantes, ya sea por sonidos extraños o por repentina hinchazón, lo que hace que parezcan hacerse mayores de lo que realmente son, o por mimetismo batesiano, copiando la apariencia de criaturas letales.


Así pues, observe cualquier conflicto entre grupos de personas. Verá que cuanto más silencioso parece, más en serio se lucha por la supremacía o la supervivencia, porque se intenta no alertar a otros de que se está pasando por una lucha a fin de que estos no se aprovechen de nuestro trabajo. La violencia física es sólo la punta del iceberg, lo superficial, pero la verdadera lucha va a ser menos visible, y va a tomar la forma de amenazas.

A pesar de la enorme utilidad del terrorismo, este tiene dos defectos de base: es muy efectivo a corto plazo, pero 1) puede resultar contraproducente a largo plazo, y además 2) sólo tiene efecto cuando la gente tiene miedo.

1) Hasta el más prolongado estado de terror acaba por restar colaboradores,que ven sobrepasados los límites de lo "justificable" y empiezan a dudar de que el terrorista tenga verdaderos planes más allá del día a día. Además, la destrucción de infraestructura disminuye los medios físicos de los que podemos apropiarnos para conseguir nuestros objetivos (como ya vimos en los machos en celo). Por eso las claves de la violencia y el terror exigen que se minimice aquella y se maximice aquél: es importante generar el máximo de miedo con el mínimo de violencia necesaria, porque la violencia en exceso crea enemigos internos, y nunca deja de tener costes sociales y materiales, que pueden llegar a ser inasumibles.

La necesidad de causar mínimos daños materiales y máximo terror es lo que ha favorecido la emergencia de la estrategia de la tensión en las llamadas sociedades "democráticas", en las que los gobernados tiene algo que decir con respecto a cómo son gobernados. La amenaza constante genera tensión constante, y esta tensión emocional puede ser aprovechada igual que aprovecharíamos la tensión eléctrica de un circuito: dándole válvulas de escape para hacer que trabaje para nosotros al acceder a ellas. Es la 2ª estrategia de manipulación mediática descrita por Sylvain Timsit: Problema-Reacción-Solución: crear problemas parta vender soluciones que ya teníamos preparadas de antemano.

 Y en esta estrategia se basan el terrorismo de estado y las operaciones de falsa bandera. Se trata de realizar ataques cuya autoría es atribuida falsamente a una tercera parte para justificar acciones de guerra en el extranjero (enemigo externo) y/o aprobar leyes represivas en el propio suelo (enemigo interno o disidencia). En Europa tenemos el caso muy reciente de la Operación Gladio, destapada en los 90 por el juez italiano Felice Casson, y que se extiende a todos los países europeos no adscritos al pacto de Varsovia.



2) A razón de que es efectivo a corto plazo, muchos gobernantes convierten el terrorismo en algo cotidiano: ¿para qué buscar soluciones a largo plazo? El problema del terrorismo es que sólo funciona cuando se tiene miedo. Y cuando  se acaba el miedo, se acaba la manipulación. Contrariamente a lo que se pueda pensar, reducir el miedo a unos patrones estables en el tiempo o en el espacio no lo mantiene a lo largo de ese tiempo o ese espacio, con esas coordenadas o esos ritmos.

 La gente evita esos tiempos y esos sitios: la gente reconoce los patrones -del tipo que sean- y se adapta a ellos. La solución para generar y mantener la tensión útil que genera el terrorismo es eliminar el máximo número posible de patrones: consiste en generar una amenaza impredecible, omnipotente y omnipresente, un castigo que caerá como el rayo si no nos plegamos a sus exigencias.

Más que condenar la violencia (física, moral, económica) habría que condenar la forma que esta toma o la cantidad en que se da. Y no por cuestiones morales, sino por cuestiones prácticas. Cada acción tiene un coste. Mantenga eso en mente.


LOS IMPERIOS DE LA MENTE




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